Con una ubicación privilegiada entre el Louvre y la Ópera Garnier, el Hotel invita a vivir París como un verdadero local. Esta joya histórica, impregnada de elegancia y tradición, inspira el arte de perderse por sus calles para disfrutar de una estadía inolvidable.
La historia del hotel se remonta a 1855, cuando bajo el mandato de Napoleón III, París se preparaba para recibir la Exposición Universal. En ese contexto, el emperador impulsó la construcción del primer gran hotel de la capital, dando origen al legendario Hotel du Louvre.